Massa puso primera y recompone el salario de cientos de miles de trabajadores y trabajadoras

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El impuesto a las ganancias ha sido el caballito de batalla del hoy ministro de economía y candidato a presidente de la Nación por Unión por la Patria años atrás, Sergio Massa, y no hay mejor promesa de campaña que cumplirla cuando le toca hoy estar en el ejecutivo.

Es para celebrar, tanto como los bonos en septiembre y octubre o como las retenciones 0 (cero) en exportaciones para economías regionales. Podemos decir entonces, que luego de la extorsión que sufrió el país por parte del FMI, el candidato busca mitigar los daños que esta provocó y dar señales claras de adonde apuntaría un eventual gobierno bajo su conducción.

La pelota ahora la tendrá la oposición, el proyecto de ley deberá pasar por el Congreso Nacional. Es que lo anunciado incluye eliminar el impuesto a docentes, policías, médicos y jubilados, y para esto debe tener el apoyo legislativo.

La suba en el mínimo no imponible, que tendría un piso de $1.770.000 para el resto de las y los trabajadores, puede el DNU ser la herramienta para no dilatar tiempos e impacte lo antes posible en los bolsillos.

El plan “platita” dirán desde la oposición, casi que no hay duda alguna que esto comenzará a rodar por redes sociales y de mensajerías en minutos. Sin embargo, va a ser difícil que no se tenga en cuenta esta política desplegada desde el ministerio de economía, cuando las y los trabajadores puedan hacerse de este dinero, dinero que claramente les corresponde y que quizá, deberían haberlo tenido hace tiempo, la medida cobrará sentido y tendrá mensaje de futuro.

Esto no quita que la inflación es hoy el enemigo a vencer y que para esto le tocará al gobierno tratar de surfear olas poderosas que proponen las corridas cambiarias y los formadores de precios.

Para la oposición, teniendo muy en cuenta que llevan a Patricia Bullrich como candidata a la presidencia, la misma que en 2001 formó parte de un gobierno que recortó sueldos a estatales y jubilados y que ella defendió a capa y espada, será una encrucijada.

Y aquí se muestra el candidato de Unión por la Patria.

De cara a la sociedad, y en especial a toda esa masa de trabajadores y trabajadoras, las y los diputados de JxC deberán no quedar expuestos, mucho más con un escenario incierto para su fuerza en estas elecciones, y que difícil será esto.

El corrimiento a la derecha de Bullrich, sus coqueteos con Milei en los últimos meses y la yapa que significó las charlas de Macri con el ganador de las PASO, puso a radicales y peronistas dentro de la coalición opositora en corto circuito.

El ex presidente de la Cámara Emilio Monzó, solo por citar un caso, se mostro muy claro al asegurar que es un hombre de centro y entonces en un eventual balotage entre Miley Massa, seguirá siendo un hombre de centro.

Por otro lado Massa comienza a hablar de un gobierno de acuerdo nacional y esta puerta abierta a un dialogo superador comienza generar esperanzas. Claro está que para esto deberán transcurrir las elecciones del próximo 23 de octubre y si el escenario resulta como el que hoy se especula, entonces.

¿Necesita el gobierno el apoyo de Juntos por el Cambio para la eliminación de este impuesto para médicos, docentes, policías y jubilados?

Tendrá el gobierno que tirar los porotos sobre la mesa y buscar voto tras voto en pequeños bloques de la Cámara Baja, una tarea que casi tiene garantizada su buena suerte. Pero en términos políticos, y más cuando se transita una campaña electoral, la iniciativa de Massa lo ubica en el centro de la escena y deja ver sus rápidos reflejos para descomprimir y avanzar varios casilleros en su campaña, siempre destacando que la pelota se la pasó a la oposición, equipo que viene diezmado por lesiones y algún que otro expulsado.

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