Por Víctor Alvero.
Cristina Kirchner y Mauricio Macri vuelven a ocupar un espacio considerable en el debate político del país, la irrupción del libertarismo como fenómeno político comienza a mostrar grietas y las maquinarias del PRO y el PJ comienzan a traccionar de “regreso a octubre”.
Iba a suceder, por lo menos desde el lado del peronismo con Cristina a la cabeza, la ex mandataria se ocupó de no dejar pasar oportunidad alguna para ser extremadamente crítica con la gestión de Javier Milei al frente del ejecutivo nacional. Lo de Mauricio Macri fue más contradictorio y difuso, es más, transitó todo este tiempo metido en una encerrona, a tal punto que casi entregó las naves al libertarismo, y una mala, pero previsible, jugada del «triángulo de hierro» lo devolvió a la cancha con la posibilidad de recuperar poder.
De todas maneras, o bien por consecuencias que traen la táctica y estrategia o por vaivenes del destino, Cristina y Mauricio, Mauricio y Cristina, están de vuelta.
Cristina no superó todavía, o eso pareciera, la interna que se generó en territorio bonaerense, aunque su estrategia ha cambiado tanto como su lenguaje en redes sociales. Hoy la presidenta del PJ busca ordenar la herramienta partidaria en cada provincia, el faltazo de los gobernadores a su asunción en noviembre pasado no la dejó bien parada, por eso esta vez la reunión partidaria es con concejeros y trae consigo reorganizar el PJ de cara a las elecciones, ahora con la certeza que el paso previo de las internas abiertas no existirá.
Aun sin certezas claras, lo que se deja ver es una discusión sobre si las elecciones en la provincia de Buenos Aires se desdoblarán o no, si nos detenemos en la interna, pero sobrevuela al mismo tiempo, un posible final para una disputa política de fondo y de un posible quiebre cque parecía decantar en dos listas del peronismo en octubre, algo que hace semanas parecía una posibilidad de posible concreción y que ahora…
Así como la referencia de Cristina se convierte en indispensable y muy difícil de discutir, la candidatura de Axel Kicillof en 2027 pareciera recorrer el mismo camino, mucho más cuando presentó su propio frente electoral “Derecho al futuro”, en estos términos, la discusión quedaría centrada en el armado de las listas y la puja que La Cámpora tiene con distintos sectores del peronismo podría destrabarse y así, como decía el general Perón, los melones, en el carro, se acomodarían solos. Todo esto, claro, si el campo nacional juega en sintonía, teniendo en cuenta que el Frente Renovador, el Frente Patria Grande o el Movimiento Evita juegan por fuera del PJ.
Solo resta saber cual será la estrategia para definir, o anunciar, la candidatura de Cristina a la Cámara de diputados, es decir, si antes o después del debate por ficha limpia, sabiendo que una u otra posibilidad podría ser un paso crucial de cara al futuro.
Algo a destacar es el juego que propone Cristina, por un lado, ejercer su centralidad dentro del partido, por el otro, mantener la independencia que le genera su propia construcción y hacer del Instituto Patria su lugar en el mundo. De hecho, ayer recibió a un nutrido grupo de dirigentes y militantes de Misiones en el Patria junto a Oscar Parrilli y la diputada nacional María Cristina Brites, algo que reflejó en sus redes.
Algo que sostuvimos en el principio de estas líneas y que volvemos a reafirmar, a diferencia de Mauricio Macri, los movimientos de Cristina, aun con sobresaltos, mantuvieron una estrategia coherente para llegar a este momento y en esto, La Cámpora, ha tenido mucho que ver, sin la organización referenciada en Máximo Kirchner, y con una Mayra Mendoza en franco ascenso, la salud política de Cristina no sería la misma.
Por el lado de Mauricio el destino, o el error sus socios, lo pone de nuevo en carrera. A diferencia de Cristina el líder de la derecha republicana vio con extrema preocupación el posible fin de su construcción política y su fusión con un espacio “fácilmente infiltrable” como La Libertad Avanza.
Fueron muchos los coqueteos con los hermanos libertarios, en principio acercando figuras como Bullrich, Caputo, Sturzenegger y Petri al gobierno nacional, salidos desde el corazón de su armado y con el fin de cogobernar, algo que “el león de las criptos” fue dejando de lado a medida que fueron pasando las semanas.
El saldo de su estrategia, presentado en un principio como responsabilidad institucional, quedó rápidamente desdibujada, lo que decantó en un vacío de poder dentro del PRO que fue aprovechado por el presidente de la Nación. El pase de dirigentes, o de coqueteo en algunos caos, a las filas libertarias, como es el caso de Luis Juez o de Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero y uno de los jefes comunales con mejor imagen y dentro de un territorio donde LLA desembarcó con fuerza, fueron algunos de los sinsabores que Macri tuvo que soportar.
Hoy, con las filas libertarias transitando su peor momento, Mauricio contrataca y trata de volver a instalar su figura como eje central en una disputa que él mismo había abandonado o entregado.
Ayer tuvo declaraciones muy fuertes para con Santiago Caputo, una especie de monje negro al que muchos llaman “El mago del kremlin”, en referencia a la novela de Giuliano da Empoli, un sociólogo ítalo suizo, que narra la disputa por el poder ruso donde el papel de Vadim, un manipulador, es central para lograr una construcción de vanguardia. Mauricio fue por él, también para sacarse el enojo por su intromisión por el tema Hidrovía, donde el ex mandatario tenía algunas cartas para jugar con fondos extranjeros, y que, según él, por obra del monotributista asesor del gobierno, quedó trunca.
“Él es quien está detrás de esa comisión trucha que se armó para la Hidrovía, que iba a terminar siendo un sobrecosto monumental para los productores. Y manda a contestar a uno de los impresentables que integra esa comisión; a acusarnos a nosotros de algo en lo que ellos fallaron», disparó Macri, una, molesto por haber quedado, junto a sus socios, fuera del juego, dos, porque le sirve para posicionarse y despegarse de la figura de Javier Milei.
Ayer también visitó la planta de Mercedes Benz en Zárate, territorio complejo por la crisis que atraviesa la industria siderúrgica, en principio por la decisión libertaria de abrir la importación de acero y aluminio y, además, por los aranceles que impone la administración Trump sobre esa producción. Es decir, el destino elegido le calzaba perfecto, por un lado, hacer pie en un discurso proteccionista de nuestro trabajo, algo que él en la función pública, entre 2015 y 2019, atacó casi con vehemencia y, por el otro, comenzar a salir con un ropaje de posible candidato.
Macri sabe que aquel Cambiemos, luego Juntos por el Cambio, ya es el pasado, que no podrá de ninguna manera volver a construir puentes certeros y seguros con la Coalición Cívica o la UCR, y que lo que en principio puede ser un difícil escollo, le puede servir también para hacer más sólida su figura frente a la avanzada libertaria.
Macri, a diferencia de Cristina que busca polarizar con Milei, prefiere un escenario ultra fracturado, lo que podría permitirle con su estructura PRO posicionarlo nuevamente en lo más alto del poder.
En 2023 ni Cristina, ni Mauricio buscaron volver, las encuestas mostraban que sus participaciones en la carrera presidencial no tendrían buenos resultados y, quizá, esto sigue activo, y esto puede ser, para los dos, una carta a jugar. No presidenciables, pero si conductores de sus espacios y con una posible contienda electoral en la provincia bonaerense que los pondría nuevamente en la conversación central del poder, pasando a un segundo plano a cualquier referente libertario o libertaria, incluída la hoy todo poderosa Karina Milei. Se podría sospechar entonces que Cristina Candidata y Mauricio candidato dejarían sin fuerza a cualquier candidato o candidata en PBA y una competencia que todas y todos esperamos que sucediera.
La única y poderosa duda, más allá de las posibles candidaturas, es si Mauricio se queda en CABA a defender el “maxikiosco” o sale a provincia, donde tiene domicilio, a jugar fuerte mirando lo nacional.
Todo este escenario es posible gracias a la avaricia desmedida de Javier Milei y su hermana, que han puesto en peligro todo lo construido en estos meses por un puñado de billetes y monedas digitales.
