Un trabajo realizado por CEOP, de Roberto Bacman, asegura que el 46% apoya al gobierno, aunque cuando se pregunta por cuánto tiempo más se puede soportar este ajuste, solo el 28% dice que lo hará el tiempo que sea necesario.
Mayo va terminando y quizá haya sido el peor mes, en materia política, para el gobierno de Javier Milei. Los números no muestran recuperación alguna en ningún índice, y donde pudo haber una muy mínima mejora, son brotes estacionarios o datos financieros.
En principio un dato a tener en cuenta es aquel que muestra como se conforma el universo en materia de poder adquisitivo, y la mejor arista a tener en cuenta es aquella que determina cómo se reparten los porcentajes de familias que logran llegar cómodas a fin de mes.
Solo el 11,5% dice que llega holgadamente a fin de mes, el 56,3% dice tener dificultades para hacerlo, mientras que el 29,4% sostiene que tiene graves dificultades para llegar.
De todas maneras, el perfil del primer mandatario, ante estos indicadores es más que aceptable. Ha llevado el ajuste más importante de toda la humanidad, ha generado conflictos con casi una decena de países y a pesar de los magros números que muestra su gestión, para la inmensa mayoría de las y los argentinos, su imagen positiva es alta.
Al respecto, Roberto Bacman declaró en P/12: “No es sencillo encontrar explicaciones a la situación, teniendo en cuenta que se aplica un ajuste tan duro. La imagen de Milei bajó rápido al principio de su gestión, pero se mantiene en esa meseta que va del 45 al 48 por ciento. Diría que es exitosa la jugada de crear un enemigo, la casta, a la que definió como el culpable de todos los males. Ahí metió a todos, kirchneristas, zurdos, progresistas, ratas del parlamento, gobernadores, todos los que no la ven y por lo tanto ‘no son gente de bien’. En ese marco, no hay medias tintas, se lo ama o se lo odia. No hay lugar para la tibieza. Los que lo apoyan creen que al final el cambio triunfará. Mantienen la esperanza. Y buena parte de los otros afirman que esto no se aguanta ni un día más”.
Bacman también se refiere a como se construye el nuevo escenario político, con adhesiones y rechazos: “Los que se consideran oficialistas bajaron al 41,7 por ciento. La baja es pronunciada. Su núcleo duro está por debajo del 30 por ciento. Mientras tanto los que se ubican como opositores crecen sin prisa, pero sin pausa”.
Llegar a fin de mes viene siendo un camino sinuoso y escabroso para la clase trabajadora desde 2018 hasta aquí. Aunque, no es desatinado para nada, afirmar que desde el 10 de diciembre último este constante declive se ha hecho más pronunciado.
Tres de cada diez personas están dispuestas a esperar lo que sea necesario y soportar este brutal ajuste, mientras que 4 de cada diez, sostienen que no toleran un día más, el resto está a punto de perder la paciencia.
El tránsito político para Javier Milei ha sido solo bueno en redes sociales, aunque también allí las menciones negativas, en estos últimos días y con la marcha universitaria como punto de partida, han comenzado a ganar terreno.
Su paso por España, la soledad política, con un puñado de argentinos, que no superaron las 7 mil personas, en Córdoba, territorio donde debería haber firmado el pacto de mayo, más el proyecto de Ley de Bases, hoy empantanado en el Senado de la Nación, hacen de estas últimas semanas, como las difíciles para el entramado libertario.
Por último, la imagen positiva del presidente se muestra estabilizada, aunque a la baja y esa tendencia es inestable. A pocas semanas de asumir presentó una baja considerable que se fueron amesetando, a su favor, en las últimas transcurridas.