Javier Milei fue denunciado ante la justicia por la familia de Ian Moche, ayer presentó un escrito donde desestimó las acusaciones y se negó a borrar la publicación que inició la demanda.
Con un escrito, el presidente de la Nación Javier Milei, se negó a borrar la publicación en su cuenta de la Red Social X donde ataca a Ian Moche, un niño con autismo que, además se ocupa de defender los derechos de personas con discapacidad. Al hacerlo, afirmó que la cuenta en la red social es personal y no en su carácter de máxima autoridad de la Nación, por otro lado, apeló a la libertad de expresión.
Todo parte de un reposteo del presidente Milei de la publicación original que partió de una de las cuentas afines a su ideología con la identificación “El hombre gris”, aludiendo a una profecía de Benjamín Solari Parravicini que anuncia la llegada de un gobernante que hará renacer a la Nación: “el hombre humilde en la Argentina se allega para gobernar. Él será de casta joven y desconocida en el ambiente, más será santo de maneras, creencias y sabiduría”. Esta cuenta es quizá Top Ten en generadora de disparos de odio en el territorio digital, es una de las más citadas por el primer mandatario y por supuesto, ya con esa identificación, una de las que más lo “idolatra”.
La publicación contenía un fragmento de la entrevista que Paulino Rodríguez le había hecho a Ian Moche, en la señal de noticias La Nación+, donde el eje era el recorte del gobierno a los fondos para la discapacidad en nuestro país y en el texto El hombre gris señalaba: “Pautino llevó a un nene con autismo para que opere contra Milei. Resulta que el nene, Ian Moche viene de una familia ultra kirchnerista y ya lo habían utilizado con Massa y Cristina Kirchner”.
Milei acompañó su reposteo también con un texto: “Pautino siempre del lado del mal. No falla nunca al momento de operar en contra del gobierno. Siempre del lado de los kukas… no falla…”
Ayer, mediante un escrito, Javier Milei expresó: “(El reposteo) Fue realizado desde mi cuenta personal (@JMilei) y no implicó una decisión administrativa, normativa o acto estatal alguno, ni implicó uso de fondos públicos, sino que constituyó una acción privada que contiene la expresión crítica sobre la labor y agenda subyacente de un periodista públicamente conocido”.
Apeló además a su libertad para expresarse: “esta cultura de la cancelación es un fenómeno global que atenta contra la libre expresión y la libertad de los individuos sean ciudadanos; funcionarios o como en mi caso particular presidentes”.
Milei no da marcha atrás, se despega de la publicación original, a la que él, en su carácter de primer mandatario, destaca al compartirla. Busca correrse de la disputa con Ian, aludiendo a que su publicación era una crítica al periodista y sin embargo, en lo legal, la profundiza.
El presidente de la Nación tiene un conflicto legal con un niño de 12 años con autismo, tuvo la posibilidad de borrar la publicación, defendiendo incluso que su texto no apuntaba contra Ian, y no lo hizo. En medio de una campaña electoral pareciera entender que este conflicto fidelizará a su electorado, uno que le pide que no afloje, que vaya contra todo y todos, y que termine con los kukas, no importando su condición de autista, cartonero, jubilados, empleados públicos, docentes universitarios, médicos pediatras, o lo que puedan ser.
Un dato a tener en cuenta, hoy las encuestas aseguran que LLA avanza pelea a nivel provincial y nacional las elecciones de septiembre y octubre, entonces, podemos inferir que esta postura de Javier Milei, en esta compulsa judicial tan desigual, delicada y cruel, consigue erosionar valores establecidos desde hace décadas por nuestra sociedad, que parecían que no entraban en el terreno de los discutible y que hoy ni siquiera tienen el peso, para una porción importante del país, a la hora de filtrar las posibilidades para decidir un voto.