La central obrera endureció su postura, se alejó de la trampa del «diálogo social» que prometió la Casa Rosada y tensa la relación.
La CGT resolvió retirarse del «diálogo social» con el Gobierno y el sector empresario que había sido promovido en el marco del «Consejo de Mayo», por lo que no asistirá a la reunión tripartita que estaba prevista para el miércoles de la semana próxima.
Así se definió en una extensa reunión de más de tres horas que el Consejo Directivo de la central obrera mantuvo en su sede de la calle Azopardo, donde además anticipó que el 7 de agosto se plegará a la movilización que las organizaciones sociales realizan todos los años a San Cayetano.