Por Ezequeil Arauz.
Only Fan y prostitución para ellas, soldaditos y Rappid para ellos. Apuestas para todos. La economía ultraneoliberal de valorización financiera y salvaje mercado reinante, se transcribe en la vida cotidiana de pibes y pibas especialmente, de forma lacerante e infranqueable, nublando cuando no borrando cualquier idea de futuro, cualquier posibilidad de planificar vidas.
No comenzó en diciembre de 2023 ni es un fenómeno argentino claro está, pero se profundiza y ensancha entre nosotros a medida que el estado va achicándose a manos del “mercado”, o a favor de la hiperexplotación por cada vez menos ingresos y nulos contrapesos en la desigual relación capital trabajo.
Los pibes y pibas en edad de empezar a trabajar y planificar su propia vida levantan la mirada y no ven nada a mano. No ven otra cosa.
Cuando cualquier forma de regulación u orden se debilita o se borra, gana quien mas fuerza y poder tiene. No serían los trabajadores ni mucho menos las trabajadoras y, a modo de conclusión o consejo: que no te sorprenda un irrepetible gobernante anarcocapitalista cuando la crisis campea a nivel global, cuando las corporaciones se quieren cargar de una a los estados poniéndolos en todo a su favor.

Las redes sociales y la economía de plataformas; la etapa pandémica que ¿convenientemente? alteró costumbres y maneras; la economía informalizada por arriba, por abajo y por los costados, por todos lados y en todos lados, todos; la necesidad virtual de rápida respuesta trasladada a la vida; la tecnología; son cuestiones que están cambiando desde hace tiempo pero, cada vez más, la forma de concebir o de “tener” trabajo y cuando lo hay, cada vez menos, empleo.
El resultado es la necesidad de varios trabajos, conocida como multiempleo, la flexibilización al infinito de condiciones laborales (que al final del día y por lo ampliamente general favorecen a los empleadores); el crecimiento paulatino pero sostenido de la precarización de la vida toda. Deudas. Tarjeteo. Alquileres, servicios y tarifas inaccesibles.

Hay una marcada ausencia de representación sindical o similar. Sin entrar en detalles y matices, que los hay, los trabajadores y trabajadoras fueron carne de cañon en las agachadas de los sindicatos, eso es cierto. Pero su situación lejos de mejorar en esta “libertad” de mierda que se expande. Hundidos en la precarización galopante y en aislamiento organizativo que desdibuja intereses de aquello que alguna vez apodamos clase.
Brenda, Morena y Lara, las tres pibas asesinadas con total crueldad e intolerables niveles de violencia, cuyos femicidios se inscriben en los tantos que sufren las mujeres en general y las mujeres pobres en particular, los cuales también están en crecimiento por decisión política. Es una de las miradas posibles de ese hecho tan doloroso y lamentable. Estratégica, además. Pero sin excluirla, no es la única mirada posible.
Sus supuestos matadores, también son un producto de la vida que reproduce en el capitalismo en esta etapa de nuestro país. Son jóvenes también. Son parte de algo que crece en cada barrio popular que es la estructura del narco, el narcomenudeo en los barrios. No quisimos verlo, pero el fenómeno esta ahí.
No hay casualidad, es parte de una violencia económica y social planificada. Lo explico Cristina alguna vez: cuando la decisión es retirar al estado, crece la mafia, ahora la mafia narco. Crece su poder armado y su poder económico, su poder social. Reemplaza, impone lógicas y (mal) ordena. El estado que antes llegaba, al menos en (precaria, debatible) forma de plan de empleo y/o tapper de morfi caliente, ahora ya ni eso.
Si ser joven y proyectar futuro siempre fue difícil hoy parece una quimera. Al calor de las varias crisis de la economía bimonetaria en Argentina, ser exitoso es tener dólares y timbearla. Eso prometió Milei en campaña. Arrancó con la cripto libra cagando fuerte sobre todo a propios y siguió, desesperado por un dólar ladeado por Toto Messi, impune endeudador adicto, buscan estirar la timba y la fuga, hasta que dé. El presidente de Argentina se arrodilla con Trump y salvo a su hermana vende todo lo demás. O lo regala.
Triste contracara de un mismo esquema, desesperados por un dólar o un billete posible, los pibes se convierten en soldaditos y las pibas se venden como pueden en Only Fan; crecen las apuestas bolsiqueras mientras los principales equipos de futbol llevan publicidades de casas globales, de apuestas sobre el azul y oro y sobre la franja roja. Las sospechas y denuncias sobre partidos arreglados o amañados alcanzan hasta a Deportivo Paraguayo.
Los problemas de salud mental desembocan en un número de suicidios que supera a las víctimas de accidentes automovilísticos y homicidios por inseguridad sumadas, según difundió esta semana desde el ministerio de Salud, Julieta Calmels en programa radial El Termómetro. Entre los jóvenes ese número todavía es porcentualmente mayor.

Estando de acuerdo en la necesidad de distribuir la riqueza o construir mejores salarios, el pleno empleo o la economía popular es un debate nodal, doctrinario e instalado en el peronismo (y alrededores). No lo cerraremos acá, ni lo intentamos, pero si diremos que desde el campo popular tampoco estamos pudiendo con desafíos de esta etapa histórica en nuestro país. Que es esta.
Es a ellos a los que vamos a tener que dar respuestas, si es cierto que vamos a volver, y vamos a volver. Primero sembrarles dudas, luego dibujar respuestas efectivas, simples, posibles que nuestro pueblo, que los pibes en edad de empezar a laburar comprendan y hagan suyas. Banquen. Estamos a tiempo a riesgo de perderlos.