El pedido de renuncia y la amenaza de intervención a la provincia de Buenos Aires disparada desde una red social por el presidente de la Nación, Javier Milei, es sin duda una muestra más del peligroso giro hacia el autoritarismo en nuestro país. Llegaron respaldos de varias provincias peronistas y desde otras, el silencio hizo y hace mucho ruido.
¿Hasta dónde ha sido trastocada la institucionalidad y democracia de nuestro país desde el desembarco del libertarismo al gobierno? La respuesta quizá anide en los profundos silencios que se permitieron la mayoría de los jefes provinciales, que sometidos al yugo que propina Javier Milei desde lo más alto del poder, decidieron mirar para otro lado y no defender la herramienta más sagrada con la que cuenta la sociedad argentina que es su derecho a elegir a sus gobernantes y que el mandato delegado se cumpla en tiempo y forma.
Hicieron escuchar sus voces y condenaron la arremetida golpista disparada desde lo más alto del poder nacional, los mandatarios peronistas de La Pampa, Sergio Ziliotto; La Rioja, Ricardo Quintela; y de Formosa, Gildo Insfrán; además de los mandatarios de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; y Santiago del Estero, Gerardo Zamora.

Sin embargo, los gobernadores peronistas de Catamarca y Tucumán, Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo, que prefirieron guardar silencio y así, de un modo u otro, justificar la acción desestabilizadora puesta en marcha contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Para Ricardo Quintela, gobernador de la Rioja y que buscó ser el presidente del Partido Justicialista Nacional, «exigir la renuncia de un gobernador electo por el voto popular es un ataque directo a la democracia».
Por su parte el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, sostuvo que «es fundamental para nuestro país que, como hombres de la democracia, rechacemos cualquier intento de socavar la autonomía de las provincias y la institucionalidad que establece la Constitución Nacional».
Desde Formosa Gildo Insfrán señaló: «No existe democracia ni República Argentina si no hay un respeto irrestricto a la voluntad popular y a la autonomía de las provincias».
Gustavo Melella desde Tierra del Fuego afirmó que es imperativo «defender la soberanía de las provincias, respetar la voluntad popular expresada en las urnas y garantizar que quienes han sido elegidos democráticamente puedan ejercer su mandato sin presiones ni imposiciones».
Gustavo Zamora, gobernador de Santiago del Estero fue determinante al sostener que es “imperativo respetar la voluntad popular expresada en las urnas y garantizar que quienes han sido elegidos democráticamente, puedan ejercer su mandato sin presiones ni imposiciones».
Hoy por la noche el presidente de la Nación abrirá las sesiones ordinarias del parlamento nacional y todas y todos estamos a la espera de su palabra, que ya podemos adelantar sin duda alguna, transitará por el no apego a la Constitución Nacional. Hasta aquí la campaña contra el gobernador crece en redes alentada por el aparato de comunicación del gobierno nacional y amparada desde las espadas más filosas del periodismo de los medios hegemónicos, solo resta saber si esto quedará en un tuit y como un capítulo más de la batalla cultural, o el país entra en peligro espiral antidemocrático que nos lleve directamente a una plutocracia.