“Auditar no es intervenir”, es el nudo de la presentación que la Sindicatura General de la Nación llevó ante la justicia en medio de la puja con la UBA que interpuso una cautelar para frenar el avance de la SIGEN.
La UBA había presentado una cautelar ante la justicia con el fin de no permitir que la SIGEN fuera el organismo auditor y si la AGN que depende del poder legislativo, esto dentro de una fuerte polémica con el gobierno que llevó adelante un profundo ajuste el presupuesto universitario.
Desde la UBA enfatizaron que la auditoría de la SIGEN lesionaría la autonomía universitaria consagrada en nuestra Constitución Nacional, desde la SIGEN, su auditor Miguel Blanco, destacó que la negativa de la UBA a ser auditada “atenta contra los cimientos de nuestra Constitución Nacional”.
Además, desde el gobierno han asegurado que la UBA no rindió cuentas del 90,22% de los fondos recibidos entre 2015 y 2021, ni del 98,87% de los asignados en 2022, acumulando una deuda superior a los 5.000 millones de pesos.
