El gobierno selló una disputa sin vuelta atrás con la clase trabajadora al convocar a sesiones ordinarias para el mes de diciembre, una vez asumidas y asumidos los nuevos legisladores, para tratar la reforma laboral, desde la CGT le responden con la “otra mejilla”.
Jorge Sola, tal como lo hizo antes Cristian Jerónimo, apelaron a que el gobierno no vea en la central obrera a una organización adversaria al gobierno. La estrategia del nuevo triunvirato al frente de la CGT es el diálogo, aun cuando el gobierno ha propuesto en todo este tiempo una disputa que ha llegado al límite. Gerardo Martínez, el hombre fuerte de la UOCRA y representante de la Confederación General del Trabajo en la firma del pacto de mayo, fue más allá y afirmó: “Ojalá no tengamos que llegar a un paro general”.
En declaraciones a radio CNN, Jorge Sola insistió que se deben buscar “canales de diálogo”, afirmó que “si el gobierno cree que en la CGT tiene adversarios políticos, se equivoca” y que desde la CGT esperan “a que sucedan los espacios de diálogo (que) son donde se resuelven los conflictos sin que eso signifique resignar miradas o reclamos”.
El gobierno ha dejado claro que buscará desarmar los convenios colectivos de trabajo por actividad, golpeando fuerte a los sindicatos y sus representados, sin embargo, el nuevo co secretario señaló: “la modernización tiene que darse en una discusión por convenios colectivos por actividad”.
Por un lado, desde la CGT ya comienzan a hablar de “modernización” y también a tener posiciones más que cercanas con la IUA, que asegura que hace falta una reforma tributaria, más que una laboral.
Lo que va quedando claro para las y los trabajadores es que tanto las y los legisladores, tras la victoria del gobierno en las últimas elecciones nacionales legislativas, y las jerarcas sindicales, la reforma laboral va teniendo un guiño solapado, pero guiño al fin.
