Libertarios desesperados: Censura a la prensa, un juez con ocho denuncias por acoso y Bullrich volviendo a los 70

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Los audios de Diego Spagnuolo y Karina Milei movieron los cimientos de La Libertad Avanza en el gobierno, desesperados buscaron refugio en un juez denunciado por acoso sexual, mientras que Patricia Bullrich pide allanamientos a periodistas.

La imagen del gobierno se desmorona día a día desde que en el canal de stream Carnaval, el periodista Mauro Federico difundió los audios del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, denunciando una red de corrupción con terminal en Lule Menem y la mismísima Karina Milei, hermana del presidente.

A este mega escándalo se sumó un audio de Karina Milei en una reunión en Casa Rosada, un dato que el propio vocero del gobierno, Manuel Adorni, se encargó de sacar a la luz. Esto exhibió la endeble estructura de gobierno que montó Javier Milei que tiene un “topo” dentro del gabinete, que graba a su hermana y luego lo saca a la luz para mostrar la debilidad libertaria, un juego de los servicios de inteligencia que el propio ejecutivo animó.

La forma de salir del entuerto fue la más fácil, para gente sin experiencia en el manejo del poder, y la más contraproducente. Desde el domingo por la noche corrió el rumor que el gobierno iba por la cabeza de Mauro Federico y Jorge Ríal, algo que se terminó de confirmar el día de ayer cuando el Juez en lo civil Patricio Marianello dio lugar a la presentación de Karina Milei y prohibió la difusión de los audios de la hermana del presidente, constituyendo de esta manera una clara censura previa dispuesta desde el poder ejecutivo.

No tardaron es escucharse voces en disidencia encendiendo alertas sobre la peligrosidad de la medida.

Quien sumó una nueva denuncia, pero esta vez con carácter penal fue el Ministerio de Seguridad, titulado por Patricia Bullrich. En la presentación, en la página 18 pide que se allanen los domicilios de Jorge Rial y Mauro Fedrico, además del canal Carnaval y de su presunto dueño Pablo Toviggino, mano derecha de Chiqui Tapia y cercano a Sergio Massa, y del esposo de Marcela Pagano, diputada libertaria en pugna hoy dentro del partido, Franco Bindi. Ayer, en el canal de noticias La Nación+ la ministra fue consultda y negó que se pidieran allanamientos, algo que choca de bruces con el escrito presentado en la justicia, y dijo que es para “constituir las pruebas”.

Prueba de la desesperación y la poca muñeca en lo político para manejos de temas tan sensibles como estos, el gobierno, en este caso la Secretaría de la presidencia de la Nación, eligió el juzgado de Patricio Marianello, quien tiene nada más y nada menos que ocho denuncias por abuso de poder y acoso sexual, que por más que él lo niegue existen y los testimonios de las víctimas son escalofriantes, pero ya sabemos lo que cuesta remover un juez en nuestro país.

Todo este escándalo que parte desde el mismísimo gobierno y que increíblemente lo potencia con estas decisiones tan erradas suceden a solo días de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, para muchas y muchos la madre de todas las batallas antes de las elecciones nacionales del mes de octubre. Ayer Bullrich de forma desesperada pidió que “por favor los voten”.

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