Las personas que perdieron el empleo en nuestro país desde diciembre hasta hoy alcanza a casi 350. El goteo es constante en el sector privado, se multiplican los ofrecimientos de retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, suspensiones y lo peor, los despidos.
En el sector público ya ha sido una tragedia y promete multiplicarse por dos.
En este escenario Milei promete que habrá 50 mil despidos más en el sector público y lo dice montado en lo más alto de su ego, el mismo que hace que haya priorizado en estos primeros seis meses de mandato viajar por el mundo buscando posicionarse él y no al país, y no meterse territorio dentro a apagar los incendios que su gestión ha ido generando.
Habla de su frase “afuera”, del impacto que genera en otras latitudes y que, en materia de debate político, ya la utilizan traspasando nuestras fronteras, pero lo que es peor, es que preferiría que usaran otras frases suyas.
Montado en su ego una vez más y a partir de estas declaraciones, Milei activa la crueldad.
Dentro del universo de trabajadoras y trabajadores contratados (por años) comienza la paranoia y la angustia.
