El gobierno libertario de Javier Milei avanza con su Ley de Presupuesto 2026 en el parlamento nacional y el ajuste en educación es tan inédito como brutal.
Javier Milei, su gobierno, gestionó los dos últimos años los fondos nacionales de manera discrecional, es decir, como a él le pareció, sin presentar una hoja de ruta legitimada por el Congreso Nacional. Este año busca que su “ley de leyes” sea aprobada por senadores y diputados, legitimando así un despiadado ajuste que decantará en una fuerte precarización de la educación pública y gratuita, además de un golpe a nuestra ciencia y tecnología.
Un trabajo del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), basado en los informes oficiales de ejecución y lo que propone la norma que está a consideración del Congreso, disparó datos más que preocupantes, en las partidas destinadas al Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional (FoNETP), comparándolas con el presupuesto 2023 representa un recorte del 93%.
Los fondos para 2026 para el FoNETP serán de $11.218 millones, mientras que en 2023 se ejecutó el equivalente en términos reales a $159.642 millones. El número disparado por el informe muestra de manera más que clara la diferencia, entendiendo el brutal golpe inflacionario de diciembre de 2023 cuando el gobierno decidió devaluar la moneda un 112% y así llevar la inflación mensual por arriba de los 20 puntos porcentuales.
Si el recorte se mide por lo ejecutado en 2024 y 2025, dos años sin presupuesto votado por el congreso, el recorte es del 62% y del 67% respectivamente. La ley dice que para las escuelas técnicas se destinará el 0,2% del PBI, en 2023 con Massa en el ministerio de economía apenas llegó a un 50%, en 2024 se derrumbó al 9,4% y al 10,8% en 2025.
La Cámara Baja le dio el sí a este proyecto que ahora deberá ser legitimado por el Senado Nacional, un presupuesto que deja plasmado en la letra de la ley, un ajuste despiadado que pone en jaque a la educación técnica de nuestro país, solo un mensaje del modelo a seguir, sin producción propia y con una economía primarizada donde las y los estudiantes técnicos saldrán a un mercado laboral tan débil como terminal.
