Cayeron en 24 horas 410 mm de agua, la misma cantidad que dejó en estado de emergencia a la ciudad de Bahía Blanca el pasado 7 de marzo.
El AMBA es en las últimas 24 horas un escenario complejo que va dejando el paso de un temporal atípico, quizá, para muchos, una muestra más del cambio climático, no para todos, claro, el negacionismo juega su juego y en medio de la crisis que dejan las fuertes lluvias, aflora el canibalismo político.
Según datos oficiales la cantidad de evacuados asciende a 1000 en todo el AMBA y va creciendo, hay miles de calles anegadas en distintas localidades y Campana/Zárate la situación es apremiante.
En las últimas horas un colectivo escolar y uno de larga distancia quedaron varados en la ruta 9, no hay municipio que no haya activado un comité de crisis y desde la provincia de Buenos Aires, desde ayer al mediodía se desplegó un poderoso operativo para menguar los efectos del desastre natural.
Mientras la tragedia se presenta en territorio bonaerense el canibalismo político hace de las suyas, las redes volvieron a ser el canal de insultos y discursos de odio, pareciera que nadie quiere ver lo que sucede en el planeta. Discusiones con datos pocos precisos, caballitos de batalla ya gastados, la coyuntura climática global se hace presente con toda la rudeza en nuestro país.
En lo que va de 2025 se registraron decenas de eventos que generaron desastres, el más resonante fue lo sucedido en marzo pasado en Bahía Blanca.
