La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) rechazó el proyecto denominado “Ley de modernización laboral” impulsado por el gobierno nacional.
La Reforma Laboral está en el centro del escenario político en nuestro país, mientras el gobierno busca los votos necesarios en el parlamento, organizaciones preparan una marcha para este próximo 18 de diciembre para rechazar el proyecto. A las voces disidentes que se escuchan desde la oposición, se suma ahora la del empresariado Pyme, que alerta sobre el modelo y lo perjudicial que podría ser la puesta en marcha de una reforma laboral regresiva como esta.
APYME emitió un comunicado el día de ayer donde expresan: “La entidad vuelve a expresar que las “reformas” con quitas de derechos y debilitamiento de las organizaciones sindicales, significan la naturalización, cristalización y legalización de la precariedad laboral y productiva. Éste es el verdadero objetivo del modelo liberal libertario, no el fomento de las Pymes, que este gobierno desconoce y desprecia, al punto de hacerlas desaparecer, junto con la industria, del organigrama oficial”.

Señalan además: “APYME ha señalado que el Gobierno delata su mala fe al usar la palabra “modernización” en lugar de “reforma”: el proyecto en cuestión en verdad intenta retrotraer al país más de un siglo, instaurando una política de primarización, concentración y extranjerización productiva, a contramano de un mundo que desarrolla y protege sus industrias y recursos”.
Por otra parte, sostienen: “La entidad sostiene además que los cantos de sirenas contenidos en el proyecto para el sector Pyme son incompatibles con un modelo primarizador, especulativo y de apertura importadora que hasta el momento arroja como el saldo la pérdida de al menos 20.000 empresas (99,6 % Pymes), casi 300.000 puestos de trabajo y el cierre diario de grandes industrias y comercios”.
En este punto en particular, desde la entidad fijan sus críticas al modelo que propone el gobierno con sus políticas públicas, es más, ayer el propio presidente en la fiesta de fin de año de la Fundación Faro fue más allá y habló de los sectores que se ven tocados por el modelo, afirmó que no puede haber políticas para ellos porque no puede haber fondos, es decir, lo de casi siempre, si necesito proteger a un sector es porque desprotejo a otro, una falacia que con el correr de estos dos años ha quedado más que clara, mientras la clase trabajadora y el corredor Pyme sucumben a pasos agigantados por los resultados del plan económico, los deciles más altos de la sociedad se han visto beneficiados como nunca antes en nuestra historia reciente.
“Es indispensable dejar claro que las Pymes no necesitamos estímulos para invertir sino trabajar y sobrevivir, evitando más cierres, pérdida de puestos de trabajo y caída de ingresos. La prioridad es atender la emergencia, no convalidar la legalización del sálvese quien pueda”, sostuvieron y agregaron: “En lugar de seguir una agenda que lleva a la pérdida de decisión sobre nuestras empresas y nuestro futuro como Nación, APYME llama a frenar y revertir el industricidio en curso, volver a discutir la emergencia Mipyme y generar consensos para construir una Argentina con desarrollo y equidad social, algo que sí sería realmente novedoso y necesario para el conjunto de la población”.