La ministra de seguridad, Patricia Bullrich, continúa ocupando el centro de atención inmersa en una ola de violencia sin precedentes en los últimos 40 años de democracia, ahora afirmando que hay municipios que buscaron un golpe de estado.
La red social X es el escenario para que funcionarias, funcionarios, referentes, y referentas del libertarismo desarrollen su juego, aunque este nunca esté ajustado a la verdad y a la convivencia democrática y constitucional.
Esta vez pareciera que el delirio de la ministra ha ido mucho más allá de los límites que su función contiene. Aseguró que quienes participaron de hechos de violencia en la última marcha de las y los jubilados fueron “financiados y movilizados desde municipios, que intentaron desestabilizar el orden constitucional”.
Además, afirmó que el gobierno los denuncia “por sedición, atentado al orden constitucional y a la vida democrática y asociación ilícita agravada”.
Como siempre recurrió a la amenaza: “A los piqueteros, barras bravas, militantes kirchneristas y de izquierda, a los agitadores que promueven el caos, se les acabó la impunidad. Las hacen, las pagan”.
Por otro lado y excediendo sus funciones y fuera de cualquier salida institucional anunció: “Exigiremos el apartamiento y la revisión de antecedentes de la jueza Karina Andrade por liberar a más de 100 detenidos sin verificar antecedentes ni pruebas, violando la Ley de Reiterancia”.
Quizá lo más violento de este posteo fue la imagen que usó y que es definitivamente una provocación, para ilustrar su posteo eligió una imagen del lugar donde cae gravemente herido Pablo Grillo, el fotoperiodista que hoy lucha por su vida tras recibir una granada de gas en su cara.
