El presidente Javier Milei encabezó hoy un intento de caravana por la localidad de Lomas de Zamora, una contra marcha impulsada por sectores de la oposición hizo que finalizara a solo cuadras de haberse iniciado con el candidato José Luis Espert huyendo en una moto y sin casco.
“Van a correr”, “zurdos”, “parásitos mentales” y tantas otras calificaciones partieron desde el oficialismo en todos estos meses de gobierno libertario, particularmente en estos últimos días la vuelta de gentilezas se hizo sentir fuerte en las redes y hoy decantó en un cara a cara en Lomas de Zamora, donde manifestantes opositores de distintos sectores políticos cruzaron la caravana y obligaron a los organizadores a suspenderla.
¿Fue un hecho violento? Si, claro, no puede de ninguna manera caratularse de otra forma. Un grupo decidió que otro no terminara su acción de campaña a días de la elección bonaerense. Ahora bien, dicho esto, el ejercicio de poder tener una lectura adecuada solo puede recorrer el camino de analizar los distintos hechos que han terminado en los hechos de hoy y esto incluye taxativamente las acciones del gobierno.
Los golpes, el uso de gases, las detenciones, los heridos, los recortes, los ajuste y un discurso violento y de odio que partió desde el mismísimo centro del poder nos ha traído hasta aquí, a que una caravana no pueda ser llevada adelante.
El gobierno dispara en redes que existió un intento de magnicidio, la locura parece ser total y no tener fin. Es curioso, o lo ha sido, que el presidente creyera que puede él y su comitiva, incluida su hermana Karina, hoy envuelta en un mega escándalo por presuntas coimas en el mercado de los laboratorios, moverse libremente sin que nadie lo fustigue, quien pueda leer estas líneas seguramente podrá pensar que esta es una nota donde se le da la razón a quienes hoy actuaron violentamente, pero no es así. Desde el intento de magnicidio a Cristina en la puerta de su ex casa en el paquetísimo barrio de la Recoleta, Argentina volvió a tener a la violencia en su transitar cotidiano y vida política. Una investigación exhaustiva hubiera desarticulado este presente oscuro que hoy nos cubre.
Y este dato es central, el libertarismo trajo consigo cruzar un límite que esta sociedad se había puesto en diciembre de 1983 con la vuelta de nuestra democracia. Es cierto que durante estos últimos 40 años hubo heridos y muertes, como las de Víctor Choque y Teresa Rodríguez en los años 90 o las más de 30 en el 2001 a manos de la Alianza, pero estas sucedieron por la crueldad e impunidad de aquellos gobiernos, y como siempre, por los sectores que los sostenían. Esta vez hay un grupo político y popular que ha decidido hacer de la violencia su forma de construcción y cuando encuentra respuesta a esta senda elegida, se victimizan.
Claramente nadie va a votar a tal o cual por una caravana o por un acto partidario, pero estas acciones de campaña si son necesarias para la militancia, para quienes adhieren o acompañan tales o cuales ideas. No es ejercicio del periodismo condenar o no un hecho, aunque existan personajes maquillados para las luces de un set que lo disparan en grandes medios de comunicación una y otra vez, el ejercicio del periodismo es alertar sobre la peligrosidad del momento que vivimos, desprenderse de simpatías ideológicas y analizar la coyuntura, de última, si se quiere, referirse al hecho puntual y a partir de allí contextualizarlo.
El presidente hace solo días atrás aseguró que no seguiría insultando, sin embargo, esta ¿promesa? duró apenas horas. Hoy en Lomas de Zamora algunas y algunos recortados y ajustados lo insultaron, le dijeron de todo y hasta hicieron volar algún que otro proyectil, fueron algunos de esos al que el propio presidente califica como “parásitos, “débiles mentales”, “kukas” (por cucarachas), “chorros”. Se que entra como anillo al dedo la conocida frase “siembra vientos y cosecharás tempestades”, y sencillamente es porque la forma de construir de Milei, y sus libertarias y libertarios, ha sido el odio y la violencia. Después de lo sucedido hoy solo resta hacerse un par de preguntas de cierre ¿Por qué ponen mil policías dispuestos a matar para 10 viejas y viejos y van casi sin nada a mostrase públicamente? ¿Por qué hablan de magnicidio ahora y callaron cuando intentaron matar a Cristina? ¿Por qué continúan con la estrategia de seguir diciendo que lo de las redes no es violencia y si lo es, es simbólica?
Fue una caravana libertaria que terminó en maratón, es una chicana con humor, no sigan construyendo un escenario donde el humor ya no tenga lugar.
La vida de todas y todos, y la democracia, no es un meme.