Por Victor Alvero

¿Cuál es el parámetro real y concreto para medir la gestión de aquellos a quienes elegimos para gobernar los destinos del estado?

En un momento completamente difuso en grandes medios de comunicación que han elegido en su gran mayoría apelar a los sentimientos y no a los pensares y laberínticos debates en redes sociales, donde da lo mismo “ser un burro que un gran profesor”, pareciera difícil encontrar las herramientas para llevar adelante la “odiosa” tarea de la comparación.

Sin embargo algunos hechos ponen de relevancia el accionar de uno u otro o una u otra, en este caso la ola de calor y la exposición de la mala administración de la empresa Edesur puso sobre el tablero como han accionado Martiniano Molina y Mayra Mendoza.

No ha sido esta la primera vez que las y los usuarios se han encontrado con la inoperancia de la empresa de origen italiano que desembarcó en nuestro país en los albores del menemismo y que fue muy bien recibida por gran parte de la sociedad e incluso por trabajadores y trabajadoras de la Ex SEGBA que aceptaron retiros voluntarios.

De aquel momento a hoy han pasado un poco más de 30 años y el resultado en el caso de Edesur es lamentable. Gobierno tras gobierno no han podido ponerla en caja, a lo sumo y muy de vez en cuando alguna multa que otra y ya, podríamos sospechar que algo de convivencia han tenido ante semejantes atropellos que la empresa ha cometido contra usuarios y usuarias, es decir: El pueblo.

Con la llegada de Mauricio Macri al poder tuvieron las energéticas su momento de apogeo, con Aranguren, hombre fuerte del sector (privado), conocieron las y los argentinos la bestial actualización de las tarifas a las que llamaron “sinceramiento”.

Montados en la “meritocracia” dejaron claro que con un sueldo medio era imposible comprar celulares, hacer viajes o incluso tener un aire acondicionado. En invierno Macri llamaba a no derrochar energía y estar “abrigaditos” en casa, mientras su esposa en una de las jornadas más frías posteba fotito en  “patas” y mirando el mundial 2018.

Conocieron los clubes de barrio y las Pymes la desesperación total, todavía muchas de estas organizaciones siguen pagando deudas de aquellas épocas. Es más, en Quilmes la fábrica recuperada TecnoForja está al borde de perder su producción por la deuda generada en aquellos años con CAMMESA.

Martiniano

¿Qué hizo Martiniano en aquellos momentos donde los tarifazos dejaban al costado del camino a clubes, Pymes y familias?

Nada. Nada de nada.

Incluso Grindetti en Lanús, socio suyo en la coalición opositora y en aquel momento en el poder, salió en defensa de las y los ciudadanos de su distrito

Pero Martiano no.

Hoy el exintendente se muestra con Horacio Rodríguez Larreta caminado por el distrito.

Larreta, el mismo que mandó a la policía de la ciudad a evitar cortes hechos hasta por ancianos que un piso 14 en CABA quedaron atrapados sin luz ni agua, y viendo la indignación de sus vecinos y vecinas en los canales de televisión que invisibilizan su desigual gestión y fogonenan su candidatura, ensayó a último momento una denuncia contra la ya ahora endeble y golpeada Edesur.

Esperemos no llegue un momento donde alguien que haciendo una lectura de este momento podría decir: “Que triste y angustiados habrán estado aquellos que denunciaron a Edesur… querido empresario italiano”.

Mayra

Mayra hizo todo lo contrario, en momentos de tarifazos y desesperación accionó en el congreso siendo diputada y encabezó una jornada histórica frente a la sede de la empresa en el distrito allá por 2017.

Caminó los barrios que quedaban a oscuras en aquellos años y puso a disposición todo tipo de ayuda a quienes luchaban para no perder el medidor.  Y hoy como jefa comunal decidió impulsar una denuncia penal y conseguir una multa por 200 millones de pesos.

Cabe destacar dos encuentros multitudinarios en la UNQ, previos a las elecciones 2019 que la llevarían a la jefatura comunal, que sirvieron como plafón para una eventual gestión. En estos dos encuentros el tema Edesur y tarifas fueron centrales en la comisión de producción.

Se puede esto constatar con solo googlear, una acción un poco más decorosa para el debate que el endeble escroleo, y encontrar las veces que Mayra Mendoza levantó su voz y llevó acciones por el deficiente y abusivo servicio que ha prestado hasta aquí Edesur.

Un ejemplo es su postura en agosto de 2020 mientras la pandemia metía miedo en la población, en aquel momento la empresa había dejado sin suministro a vecinos y vecinas de Bernal Oeste, Quilmes Oeste y La Ribera.

Mayra mostraba su gestión, completamente alejada de su antecesor y le enviaba una carta documento a la empresa: “Estamos defendiendo a nuestros vecinos y vecinas. Exigimos a los directivos de Edesur que brinden el servicio de manera eficiente. Son miles de hogares los que se ven afectados por cada corte de luz y, en estas épocas invernales, no pueden suceder”.

El triste papel de los medios y los escondidos discursos de odio

Ayer el canal de noticias TN se encontraba en Lomas de Zamora con vecinos y vecinas indignadas por estar sin luz ni agua, aun no habiendo responsabilidad alguna de Mayra allí, el cronista y los periodistas en el piso se regodeaban cada vez que alguien decía: “Que venga la de Quilmes”.

Hace días, cuando le tocó a la intendenta abrir las sesiones ordinarias, pidió a vecinos y vecinas que evalúen su gestión por lo hecho y no por prejuicios. Estos mismos generados con estas acciones mediáticas, que hablando de empatía hacia esas personas indignadas, no solo dejan el error conceptual sin remendar, sino que lo alientan… «Que venga la de Quilmes».

No señor, no señora, Mayra es intendenta de Quilmes…

Se entiende la indignación y el pedido de la gente “que venga el intendente o que venga la intendenta”. Aunque no sería recomendable ver a un jefe o jefa comunal quemando gomas cortando el paso de alguna arteria.

Y aquí cobra valor la acción real.

O el jefe o la jefa comunal se quedan en su casa y nada hacen o cumplen el papel para el que fueron elegidos y se ponen al frente de la protesta allí donde vecinos y vecinas no tienen posibilidad de llegar.

Mayra se puso al frente de las protestas contra Edesur, y no solo una vez, y consiguió ahora una multa de 200 millones de pesos.

“Haber logrado desde @quilmesmunicipio la primera multa de $200 millones a @edesur.oficial, que una vez pagada por dicha empresa se distribuirá entre los vecinos afectados que hicieron el reclamo junto a la Dir Gral de Defensa al Consumidor y en la compra de grupos electrógenos para emergencias, seguimos acompañando a nuestra comunidad en su reclamo y exigimos que #EDESUR cumpla con sus obligaciones.

Necesitamos que nuestros vecinos dejen de sufrir por la falta de responsabilidad de esta empresa”.

Y aquí volvemos al título de esta nota de opinión: Lo que Martiniano no hizo y Mayra sí

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