El insólito proceder del gobierno de CABA conducido por el presidenciable Horacio Rodríguez Larreta ya no tiene rumbo y lo más cuestionable no es esto, sino el manto de invisibilidad que proponen los grandes medios ante este enorme y preocupante accionar.
Marcelo DÁlessandro no renunció, solo se tomo una licencia para ordenar “temas familiares”. Así lo comunicó en conferencia de prensa esta semana. El escándalo por los chats divulgados que lo conectan con un armado mafioso integrado por jueces federales, espías, empresarios de Clarín y fiscales lo dejaron muy mal parado.
Larreta no pudo echarlo porque el hacerlo lo hubiera dejado más expuesto de lo que hoy está. La salida fueron unas decorosas vacaciones.
Sin embargo pasadas solo algunas horas Marcelo D´Alessandro y nuevamente “con la nuestra”. Según apareció publicado en el Boletín Oficial (BO) porteño, D’Alessandro estará a cargo de una materia troncal que deberán aprobar quienes quieran incorporarse como policías de la Ciudad.
Lo curioso y al mismo tiempo indignante, es que en el Instituto de Seguridad Pública la jueza María Eugenia Capuchetti, la misma que investiga el atentado del pasado 1° de septiembre contra la vicepresidenta Cristina Fernández, también da clases, es decir que cobra del gobierno de la ciudad.
Todos estos datos omitidos por quienes publicitan la sociedad del hartazgo y cansancio. Se necesita una ley de medios para acabar con el silencio… y las mafias.
