Sigue el descontento en el seno de la comunidad que asiste a los talleres y actividades del Centro de Producción Cultural “AMAICHA”, por la decisión del nuevo director de Talleres Barriales, Luis Pulen y de la Secretaría de Cultura, de trasladar a los coordinadores del espacio.
A principios de este año se conoció la restructuración del área de cultura que lleva adelante el gobierno de Martiniano Molina. Una de esas reestructuraciones tiene que ver con el cambio de personal de un espacio a otro. En el caso de los mencionados trabajadores, dejarían de pertenecer a Cultura y pasarían a la órbita de la subsecretaría de comunicaciones que funciona en el Centro de Producción Audiovisual “Leonardo Favio” del barrio de Bernal.
El día de ayer un grupo nutrido se manifestó frente a la casa de cultura por el desplazamiento de los trabajadores que prestaban tareas en el lugar desde sus inicios. Los alumnos reclaman que se revea esta decisión de traslado, no solo de espacio, sino de área de dependencia, y que vuelvan a ocupar la coordinación del lugar.
El director de talleres barriales, se acercó a los alumnos y los invitó a charlar con él en el Museo Roverano. Dentro de una charla amable, el funcionario del gobierno de Molina, les confirmó la decisión tomada. Los alumnos le hicieron saber su descontento y le anticiparon que van a seguir con las protestas. Entre los vaivenes que mantuvo el encuentro, los alumnos denunciaron que la desinfección llevada adelante en el CPC AMAICHA, días atrás, fue solo una puesta en escena, ya que encontraron el lugar en condiciones deplorables y con insectos en la cocina, el funcionario contestó que el personal de limpieza y desinfección está yendo al lugara limpiar y desinfectar, los alumnos le dijeron que no era así y que no había ningún papel que lo demostrara. Cabe recordar que en la pasada marcha en el barrio de Solano, los alumnos se quejaron por las explicaciones que habían recibido para sostener el desplazamiento, ellos manifestaban que las autoridades hablaron de “oxigenar el lugar” una frase poco feliz. Cuando se desató este conflicto, el Cpc se mantuvo cerrado por desinfección, lo que los alumnos entendían como un mensaje despectivo, por eso el enojo de encontrarse con el espacio, una vez que abrió sus puertas, una vez terminada la desinfección y sorprenderse con que esa tarea parece no haber existido.
“Lo cierto es que nadie discute la autoridad del funcionario, lo que nos enoja, que aún demostrando que somos la comunidad que asiste permanentemente al lugar, aún así, no escuchen nuestro reclamo. No pertenecemos a ningún espacio político en particular, somos un colectivo de artistas en formación” Nos contaba un alumno del taller de circo.
Los administradores/coordinadores que hoy esperan ser parte de la Subsecretaría de comunicaciones, ya que no seguirán en el área de cultura, son artistas. Uno de ellos ha sido parte recientemente de un espectáculo en el teatro MAIPO junto a Eleonora Casano, otro es músico y ha participado en el armado de bandas en las últimas décadas en nuestra ciudad, otro está cercano al armado de murgas, otro es profesor en los talleres y es músico, otro es del mundo de las comunicaciones, es decir, si bien es legítima la decisión por parte de las autoridades del área de cultura, no se termina de entender el porqué no se haya tenido en cuenta al personal, que es idóneo, que ha demostrado ser exitoso y que además y lo más importante, tienen el reconocimiento de la sociedad donde han trabajado en los últimos años.
Habrá que ver cómo sigue este conflicto, que tiene por un lado al gobierno de Molina y por el otro a muchos alumnos de un espacio municipal.
Seguiremos reclamando x la reincorporación de los administradores. Quiero agradecer a los vecinos de Quilmes que se acercaron a firmar y nos acompañaron dando una palabra de aliento.
Alumna del taller de coro murga uruguaya.