Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), se mostró preocupado en declaraciones radiales por los pasos emprendidos por el gobierno de Javier Milei.
Si bien el jerarca industrial jugó desde el inicio de la gestión del anarco libertario a su favor, armándole reuniones y conferencias donde la mesa que integra la conducción de la entidad se deshizo en halagos y miró al futuro con esperanza habiéndose librado del peronismo con un armado político cargado de violencia y persecución, ahora pareciera que todo eso ha quedado en el olvido y afloran los miedos por el futuro próximo y cercano.
La decisión del gobierno nacional de poner fin al impuesto país y habiendo ya bajado considerablemente los aranceles a los productos importados, hablamos de productos ya elaborados y terminados, se avecina una tormenta en la vida de las y los trabajadores argentinos que son parte de la cadena de producción.
«Si hay fenómenos de apertura no racional, indiscriminada, vamos a ir señalándolos cuando afecten al proceso productivo. Nos preocupa la llegada de una ola importadora, hay que atajar rápidamente el aspecto tributario. No queremos privilegios, queremos igualdad de condiciones», sostuvo Funes de Rioja.
Por otro lado, señaló que «Nadie le tiene miedo a la competencia, pero tiene que haber una cancha equilibrada. Argentina tiene, como todos sabemos, asignaturas pendientes estructurales, una presión tributaria sobre la economía real que paga impuestos, la economía formal, que está exacerbada».
Por último, sostuvo que “no es cuestión de que la gente compre más caro, es cuestión de que equilibremos la cancha. Hay una cantidad inmensa de impuestos que hacen que el costo de los productos crezca un 50% desde que sale de la fábrica hasta que llega a un mostrador. Necesitamos las mismas condiciones en las que opera la industria de China, por ejemplo».